Puede que el Rosotto de alcachofas sea mi favorito, cremoso y suave que combina de maravilla con el sabor de la alcachofa y el toque de limón que le ponemos en casa. Lo tomamos muy a menudo, lo preparamos entre semana en una comida cualquiera, en momentos especiales e incluso para visitas y amigos en cenas más formales. Un plato que recomiendo encarecidamente y que seguro vas a disfrutar muchísimo.
INGREDIENTES
200 gr de arroz para risotto.
1 cebolla pequeña.
1 bote de alcachofas en conserva de calidad.
700 ml. de caldo de verduras
El zumo de 1 limón.
50 ml de vino blanco.
4 cucharadas de mantequilla.
- Pelamos y picamos la cebolla. La ponemos a pochar con la mitad de la mantequilla. Mientras escurrimos bien las alcachofas y ponemos a calentar el caldo. Una vez dorada la cebolla añadimos las alcachofas y cocinamos todo junto unos 5 minutos sin dejar de remover. Añadimos el zumo de limón y dejamos que se consuma.
- Incorporamos el arroz, removemos y dejamos unos minutos para que empiece a tostarse, cubrimos con el vino blanco, removemos y dejamos que se evapore el alcohol por completo.
- Vamos añadiendo poco a poco el caldo, siempre esperando a que el arroz lo absorba y removiendo muy a menudo, antes de añadir un poco más.
- Una vez que esté el arroz en su punto, rectificamos de sal, añadimos el resto de la mantequilla, removemos y dejamos reposar 5 minutos.
Os aconsejo utilizar alcachofas de calidad, yo en esta ocasión he usado unos corazones de alcachofas de Cynara que me mandaron a casa y la verdad es que no me he podido resistir, el resultado ha sido delicioso, con un sabor a alcachofa intenso y que no se deshacían mientras se cocinan. Como siempre os digo, el producto de calidad es el éxito de un buen plato.
En esta ocasión he acompañado el risotto con unos Chips de alcachofa de la misma marca que le han dado un toque crujiente muy interesante al plato.
Os aconsejo realizar el risotto con el mismo vino con el que lo vayáis a servir, esto hará que los aromas y matices queden mucho más integrados, a demás, así aprovecháis para disfrutar de una copita mientras removéis el risotto.
Si os gusta el toque cítrico tanto como a mi, el truco para el extra en esta receta es añadir un buen chorro más una vez que lo tengamos casi listo, yo nunca me puedo resistir a ese toque cítrico en casi cualquier plato que preparo.
Espero que os guste la receta y que si tenéis un momento especial, no dudéis en prepararla, os aseguro que no os vais arrepentir.
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