Puede que una de las salsas más ricas es la realizada con calamares, un buen sofrito y un chorraco de vino blanco o sidra. Hoy sumamos esa salsa a una base con pimientos y la servimos mezclada con spaghetti. El resultado nos da un plato a la altura de muchos restaurantes de pasta y con el que seguro que en vuestra mesa os van a hacer la ola. Ideal para el día a día o para sorprender en una ocasión especial. Vamos con la receta.