La pasta al horno es un placer en todos los sentidos. El empeño en prepararla, el aroma al hornearla, la tentación cuando la sacas del horno, salivar al servirla en la mesa, incluso desear que sobre un poquito para después. Pocos platos más sugerentes y deseados salen de mi cocina como una pasta al horno, gratinada, crujiente y por la que siempre hay suspiros a su alrededor. Hoy os traigo una bien sencilla, una conchas bien grandotas, con un relleno de esos de aúpa! Vamos con la receta.
INGREDIENTES
1 Paquete de conchas de pasta.
400 gr. de queso ricotta.
2 manojos de espinacas.
Unas cuantas hojas de albahaca.
100 gr. de parmesano.
1 huevo.
500 ml. de salsa de tomate estilo casero.
Sal y pimienta al gusto.
- Ponemos una olla con agua al fuego y preparamos las caracolas según intrusiones del fabricante. Mientras, colocamos las espinacas limpias en una sartén con unas gotitas de aceite y las cocinamos, removiendo, hasta que pierdan la mitad de su volumen. Las sacamos del fuego y dejamos enfriar.
- En un cenco grande mezclamos bien la ricotta con las espinacas, la mitad del parmesano, la albahaca picada y el huevo. Salpimentamos al gusto. Una vez listas las caracolas, las escurrimos bien.
- Sobre una fuente de horno, colocamos el tomate frito. Vamos rellenando las conchas de ricotta con ayuda de una cuchara y colocando en la bandeja sobre el tomate. Cubrimos con papel de aluminio y horneamos 15 minutos a 180ºC. Retiramos el papel, cubrimos con el resto del parmesano y horneamos unos10 minutos o hasta que veamos que comienza a dorarse. Sacamos del horno y servimos.
No me digáis que no es sencillo. En cuestión de media hora, tenemos un plato de pasta de restaurante y del que os aseguro, no va a sobrar nada de nada. Cada caracola es un bocado delicioso y del que estás deseoso de repetir. Un plato que por su sencillez es ideal para iniciar a los niños en la cocina, en caso de tenerlos, ya que resulta muy divertido, eso si, cuidado con el horno.
Podemos añadir al relleno tantos quesos o especias como nos gusten, un poco de nuez moscada, orégano.. todos los sabores que se os ocurran serán bienvenidos en este relleno, os lo aseguro, sobre todo la nuez moscada, así que no dudéis en añadirla.
Si nos sobran caracolas y relleno (importante siempre hacer de más) os comento que congelan de maravilla, con lo que solo tendréis que gratinarlas cuando os apetezca un rico plato de pasta. Mi truco para calcular las que voy a preparar es, sobre el molde vacío, coloco las caracolas más o menos donde irán, así se el número de piezas que cocer, eso si, siempre añado alguna de más por si se rompen o se pegan al cocerse.
Podéis añadir un poco más de salsa de tomate por encima o bastante más queso del que indica la receta, eso a gusto del consumidor. También podemos añadir unos tacos pequeños de calabaza asada o de cebolla confitada o pochada a fuego lento, al gratinar con el queso quedará maravillosa.
Espero que os animéis a preparar esta receta, os aseguro que es deliciosa, y que si sobra, lo vais a agradecer.
Hola
ResponderEliminarEstoy dando una vuelta por tu blog, las fotos impresionantes, seguro que esas Conchas están exquisitas.
Las probaré.
Saludos.