CATALUÑA PARA FOODIES: PARTE 1.

Hay momentos en los que uno necesita desconectar, salir de la ciudad y perderse en el mundo rural. Pisar tierra entre sabores, aromas, risas y experiencias, lo que siempre he llamado, crear recuerdos conociendo cosas. Nos adentramos en unos días a conocer CATALUÑA y parte de sus paisajes, su gastronomía, sus productores, sus castillos.. y nos sumergimos en sus vinos, sus quesos y nos comemos hasta sus flores. Comenzamos el viaje y visitamos comarcas como Pagés, Osona, Alt Empordá, Baix Empordá o Bages.


Hacer el recorrido Murcia Barcelona siempre me emociona y me trae esas mariposas en el estomago de los recién enamorados, me encanta esa tierra, siempre he tenido experiencias maravillosas, super divertidas, y cuanto más la conozco, mas ganas tengo de Cataluña.

La primera parada la hacemos en CAN MORAGUES un precioso rincón donde se juntan la gastronomía con la agricultura ecológica, vistas maravillosas con esa sensación de me quedaría aquí para siempre y que días atrás sigo teniendo. De primera mano conocimos la ratafía, un licor macerado en aguardiente con diferentes variantes según las especias e ingredientes  que le podemos añadir. Tras la cata, me guardé varias recetas, así que un día de estos es posible que os sorprenda con una deliciosa y antigua receta de ratafía en el blog, me gustó tanto que no podía venir sin saber los secretos de esta bebida.

La comida fue a cargo de Sergi de Meiá, que nos preparó un menú inspirado en la gastronomía de humedales de la zona, todo un espectáculo de la cocina de proximidad y del slow food, cocina tradicional, a fuego de leña y con producto local, qué más se puede pedir?

Sin mucho tiempo de slow, salimos corriendo para visitar OLI VENTALLÓ, oleoturismo que nos llevó a perdernos entre los diferentes tipos de olivos, a catar y apreciar las diferencias entre sus diferentes variedades. Lo más divertido, un taller de aliolli al aire libre, donde pudimos ver lo fácil que se hace y lo rápido que se te corta!! Disfrutamos de una merienda de la que aún me acuerdo y de la que podría repetir muchísimas veces, embutidos y quesos locales , limonada casera, chocolate.. todo ello en un marco realmente bonito y especial, ojalá poder volver pronto.

La siguiente visita fue en MAS MARCÉ, donde tras visitar la explotación agraria, disfrutamos de un taller de preparación de Mató, un tipo de queso fresco que se sigue fabricando de forma artesanal por la 6 generación. La visita terminó con una divertidísima cata de todos los productos que preparaban y vendían y de los cuales, me sería difícil quedarme solo con uno, realmente deliciosos.

Salimos corriendo hacia PERELADA, donde nos esperaba un maravilloso hotel y su imponente castillo donde Xavier Sagrista & Toni nos preparó algunos de sus mejores platos en una divertidisima cena.

Por la mañana, salimos temprano hacia LA VINYETA, donde recorrimos todas sus viñas, sus gallinas y pudimos ver la creación de algunos de sus productos estrella, como un maravilloso vinagre que no dudé en traer conmigo a casa. Vimos sus cultivos ecológicos y catamos sus diferentes y estupendos vinos en medio de las viñas. Queda pendiente una de sus estancias sin tecnología donde poder disfrutar del entorno y de la buena gastronomía.

La siguiente parada fue una de las más sorprendentes del viaje, donde Iolanda Bustos nos preparó un menú especial en LA CALENDULA donde las flores y el campo eran la inspiración de este y nos iba sirviendo platos que eran pura poesía sensorial, los aromas, sabores y emplatados, todo resulta perfecto sentado en su mesa.

Por la tarde, visitamos la lonja y la subasta de pescado y marisco fresco y pudimos degustar un menú marinero en un showcooking en ESPAI DEL PEIX de la mano de un pescador de la población que nos preparó algunos platos como suquet de pescadores, escabeche de pescado azul o fideus rossejats.