PASTA FRESCA FÁCIL Y SIN MAQUINA


No se si alguna vez os he contado lo mucho que me gustan los erizos, no los de mar, sino esos con 4 patas que corretean por el campo. Cuando digo me gustan me refiero a como animal, no como plato, no penséis mál! Recuerdo de pequeño que teníamos uno en la casa de campo, y de vez en cuando lo veíamos correr y pasearse por toda la parcela, siempre me imaginé que nos lo llevábamos a casa y era nuestra nueva mascota. Menudo susto hubiera llevado el pobre. Os cuento todo esto por el tipo de pasta que hoy nos trae, ericitos, si como habéis oído, ericitos! Y no solo el nombre es genial, sino que es super fácil de preparar, no necesitas máquina y quedan deliciosos!!

INGREDIENTES

200 gr. de sémola de trigo duro.
100 ml. de agua.

La fórmula de la pasta fresca sin huevo ya la conocés todos y la encontráis en un montón de recetas mías, pero para los más despistados, os cuento: Las formas que trabajamos sin máquina, me gusta prepararlas sin huevo, solo con agua, dejando la masa de huevo para trabajar con máquina.


Mezclamos la sémola de trigo duro con el agua y amasamos bien hasta obtener una mezcla homogénea y algo elástica. La tapamos bien con un paño y la dejamos reposar unos 30 min.
Tomamos una porción de la masa y la amasamos formando un pequeño rulo.


Con ayuda de un cuchillo, cortamos pequeñas porciones de este rulo (como si hiciesemos gñocchis)


Con ayuda de un rallador antiguo vamos presionando las pequeñas porciones de pasta por la parte de dentro del rallador, arrastrandolas un poco, de manera que las hendiduras se queden marcadas en nuestra porción de masa. Enrollamos un poquito sin presionar demasiado y dejamos reposar mientras seguimos dando forma al resto de la masa. El rallador, si es de los antiguos mejor, de esos que se hacían con una lata y se agujereaban con un clavo! Yo he utilizado uno que tenía mi madre por casa.


Sencillo, verdad? Y no me digáis que esta forma no queda preciosa!! En algunas regiones de Italia podéis encontrar este tipo de pata bajo el nombre de Macarrones de ungia, aunque es de esas pastas caseras que cuesta encontrar y de las que poco a poco, tenemos que conseguir que se recuperen.


El proceso de realizarla seguro que os ha recordado al de los CAVATELI, os dejo el enlace, ya sabéis que es uno de mis tipos de pasta preferidos para salsas cremosas! Ahora me está entrando antojo de la deliciosa salsa de queso con que los suelo acompañar.


Este tipo de pasta va genial para salsas cremosas o con salsas de tomate, ya que esta penetra en su forma de caracola haciendo como de pequeño recipiente de esta, resultando un bocado realmente delicioso.

Espero que os gusten mis ericitos y que os animéis a prepararlos!



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