Los salmorejos y gazpachos son mi salvación en verano, por mucho que me gusta el calor y el buen tiempo, es cierto que la temporada me quita por completo las ganas de comer. Así que me tiro el día bebiendo vasitos de gazpacho y cenando salmorejo. No se la de kilos de tomate que puedo consumir esta temporada. Hoy os traigo una versión del salmorejo, con el sabor dulzón y el color maravilloso que le aportan las cerezas.
INGREDIENTES
1 k. de tomates maduros.
200 gr. de pan del día anterior.
200 gr. de cerezas deshuesadas.
1 /2 Diente de ajo.
100 ml. de aceite de oliva.
2 Cucharaditas de vinagre de manzana.
1 Cucharadita de sal.
- Pelamos y troceamos los tomates. Los añadimos al vaso de la batidora y trituramos hasta que no queden grumos. Añadimos las cerezas y volvemos a batir.
- Incorporamos el pan y batimos hasta que este se integre por completo con el resto de ingredientes Por último el aceite, vinagre y sal. Seguimos batiendo hasta que el aceite emulsione con el resto de ingredientes.
- Dejamos enfriar en la nevera hasta el momento de tomar.
Como podéis ver, no puede ser más sencillo y el resultado es realmente delicioso, el toque a cereza es sutil, pero le aporta ese dulzor característico de la fruta y ese color rojo intenso que en la mesa queda maravilloso.
Si queréis la versión tradicional, solo tenéis que hacerlo igual pero sin las cerezas, aunque para variar, y estando en temporada, a mi me encanta esta versión tan colorida y alegre. Si os gusta más espeso sólo tenéis que añadir un poco más de pan, esto le dará más textura.
En cuanto a los tomates, a mi me encantan los de rama y los de pera, con cualquiera de ellos quedará estupendo. Os lo aseguro. Espero que os animéis a preparar este plato tan fresquito y rico para llevar mejor el calor de este verano.
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