Las recetas llegan a nuestras vidas de diversas formas, con esta nos remontamos unos cuantos años atrás, en las que un napolitano hizo su maleta y fue a vivir a Caravaca de la Cruz, en Murcia. Ahí conoció y se casó con una muchacha, a la que seguro que conquistó de maravilla con este guiso. Esa muchacha, resultó ser la bisabuela de Javi y Juanfran, amigos a los que, tras mucho oír hablar de este plato familiar, no pude resistirme a pedirles que lo prepararan para mí. El resultado no pudo ser mejor, pasar una mañana con Javi en la cocina, con el mortero de su abuela y la olla de su madre, cocinando la receta tal y como la preparan en su casa desde hace décadas.
INGREDIENTES
1 Muslo y contramuslo de pavo, deshuesado y troceado.
1/2 Caparazón de pavo.
1 Cebolla grande.
30 gr. de piñones.
30 gr. de avellanas.
El zumo de medio limón.
100 gr. de macarrones.
Un buen trozo de queso.
Un buen chorro de aceite.
Sal y pimienta.
- Lo primero que hacemos es poner en agua las avellanas y los piñones para que se ablanden. Salpimentamos el pavo y lo freímos en una sartén grande con el aceite de oliva caliente. Cuando comience a dorarse lo retiramos de la sartén y lo añadimos a una olla grande. Freímos la carcasa, y una vez lista, la pasamos también a la olla. Pelamos y picamos pequeña la cebolla y la salteamos en la misma sartén hasta que comience a dorarse. La añadimos a la olla en la que tenemos el pavo.
- Cubrimos de agua unos dos dedos por encima de la carne, tapamos y dejamos cocer unos 50 min. si es olla rápida o 1 hora y media si es en olla normal. Con ayuda de un mortero, machacamos bien los piñones y las avellanas, las rociamos con el zumo de limón. Una vez pasado el tiempo de cocción, destapamos la olla, retiramos el caparazón y añadimos el majado del mortero, dejamos cocer 10 min. más.
- Mientras, preparamos una olla con abundante agua salada y cocemos los macarrones según instrucciones del fabricante. Una vez listos, los escurrimos y los repartimos por los platos. Servimos el pavo guisado por encima con un buen cucharón de caldo y el queso rallado.
Un guiso sencillo, de los de antes, pero con un sabroso sabor. Una de esas recetas que no necesitan de muchos ingredientes y complicadas preparaciones para resultar deliciosos. Un guiso reconfortante, sobre todo para estos días en los que el frío nos deja con las defensas bajas y necesitamos una dosis generosa de platos de cuchara, así que os recomiendo preparar bastante cantidad, ya que seguro que vais a repetir.
Un plato con el que poder disfrutar en familia, como hacen en casa de Javi y Juanfran, tanto en ocasiones especiales como en cualquier momento en que se antoje. También es estupendo para tomar con amigos, como fue el caso, de sentarse todos en torno a la mesa con una receta tradicional de cuchara, y disfrutar de la buena cocina y la mejor compañía, los amigos.
A partir de ahora, esta receta queda en mi recetario personal y espero que, si os animáis a prepararla, también en el vuestro, seguro que os va a encantar. Por último agradecer a Javi su tiempo en la cocina, su compañía y el ofrecerme desinteresadamente esta receta tan especial para su familia.
Me encantan los platos tradiconales asique que no has tardado nada en convenceme con este guiso de pavo y pasta te ha quedado divinisimo no lo siguiente y seguro que esta de muerte relenta a que hora dices que me pase a cenar ñam ñam.
ResponderEliminarBicos mil wapo.
Es el mismo mortero de casa de mi madre!
ResponderEliminarJo, me chiflan estas recetas de hogar de toda la vida, con su historia familiar, y más aún si vienen de otra tierra y son el fruto de uniones entre distintas culturas (aunque la italiana se parezca tanto a la nuestra). Me ha encantado y la haré seguro, además se la voy a pasar a mi madre cuando venga de visita la semana que viene por qué que le va a gustar mucho también :).
Un abrazo