PITAS DE POLLO ESPECIADO

Hacía mucho que no preparaba ningún plato de cocina griega, con lo que nos gusta en casa, así que hoy he preparado las especias y me he puesto a cocinar un plato aromático y lleno de sabor, con el estupendo toque de las olivas negras, que sumado a todos los aromas que desprende, da la sensación de introducirse en el paladar un bocadito de  mediterráneo, de sur, de cálidos días y largos atardeceres. Seguro que este plato os hará soñar un poquito.


INGREDIENTES

4 Paquete de pitas.
1 Pechuga de pollo cortada en taquitos pequeños.
400 gr. de tomate troceado en su jugo.
1 Cebolla.
2 Dientes de ajo.
1/2 Limón.
1 Vasito de vino blanco seco.
12 Olivas negras sin hueso.
1/2 Cucharadita de canela en polvo.
1/2 Cucharadita de clavo en polvo.
1/2 Cucharadita de pimienta negra recién molida.
1/2 Cucharadita de azúcar.
2 Cucharadas de aceite de oliva.
Sal y pimienta.

1. Ponemos a macerar el pollo con el zumo de limón, sal y pimienta, Picamos la cebolla en tacos gruesos. Pelamos y troceamos el ajo. En una sartén grande los freímos hasta que comiencen a dorarse, añadimos entonces el pollo y seguimos friendo hasta que quede dorado.
2. Añadimos el vino blanco, el tomate troceado con su jugo, la pimienta, la canela, el clavo, el azúcar y la sal y dejamos a fuego medio al rededor de 1 hora removiendo de vez en cuando.
3. Una vez que tengamos el pollo tierno y el jugo de tomate casi consumido, añadimos las olivas negras cortadas en rodajitas. Dejamos reducir 10 min más a fuego lento. Calentamos las pitas en el tostador unos dos minutos y rellenamos con el pollo especiado. 

Este plato lo podemos acompañar de un refrescante tzatziki  unas aceitunas negras, taquitos de tomate fresco o queso feta, le aportarán un toque fantástico a las pitas que quedarán un poco más ligeras y seguro que os va a encantar. 

Esta receta la podemos tomar caliente, tibia o fría, con lo que viene fenomenal para llevar a la oficina o si vamos a pasar un día de excursión y no vamos a disponer de medios para calentarnos la comida.

Si os gusta la sartén con la que he preparado esta receta, es de Lecuine, os la recomiendo totalmente, es  hierro mineral y aporta a los platos ese toque de antes, a mí me encanta!