Algo que resulta fascinante, al menos a mi, son las
propiedades de un horno ante algunos ingredientes, muchas soluciones de recetas
se resuelven de forma casi alquímica y misteriosa, dando como resultado
fastuosos platos. Una de ellas, quizá la mas fascinante, sería el mundo de los
suflés, así que, a pesar de sus aparentes dificultades, vamos a lanzarnos a la
cocina.
INGREDIENTES
100gr de berros
75gr de uva blanca
25gr de harina
125 ml de leche
100gr de queso cheddar rallado
2 huevos
1- Limpiamos
los berros y les quitamos el tallo, dejando solo la hoja y pasamos a un cuenco.
Pelamos y quitamos la piel y las pepitas a la uva y picamos en trocitos
pequeños. Ponemos agua a hervir, y cubrimos con esta los berros durante 30
segundos, los escurrimos y picamos bien.
2- Fundimos
la mantequilla al fuego en un cazo y añadimos la harina, lo dejamos un minuto y
añadimos la leche sin parar de remover unos 5 min. hasta que la masa quede
espesa, sazonamos y añadimos el queso, los berros y la uva. Separamos las
claras de las yemas y agregamos las yemas a la salsa con el queso. En un cuenco
grande montamos las claras a punto de nieve y con una cuchara de metal añadimos
poco a poco a la mezcla.
3- Vertimos
la mezcla en cuatro moldes engrasados y horneamos a 200º unos 15 min. Servir recién
horneados.
Es muy importante no abrir el horno durante la cocción de
los suflés, ya que estos pueden, o no subir, o bajarse de repente, lo quesería
una gran tragedia para nuestro ánimo. Por lo demás, animaros a todos a preparar
estos deliciosos suflés y a quitarle el miedo a las recetas complicadas!!
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